Lo terrible es que él parece no
darse cuenta de lo que provoca en mí, ni se imagina la falta que me hace y el dolor que me
causa el no estar juntos. No se me hace
fácil perdonarlo y aunque sé que todos
cometemos errores, también sé todo lo que me lastimó ese error suyo. Sólo el tiempo va a decidir entre curar mis heridas o luchar por lo que un día fue. En mí queda saber que no hay nadie como él y que nadie llego tan lejos conmigo. No hay nadie que sea parte de mí, como lo es él.
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