Y era uno de esos días de invierno. Llovía.
Solo se escuchaba el ruido del agua rozando en las ruedas de los autos y luego
como caían sobre el asfalto. Y ellos ahí, juntos, a pesar de todo y de todos.
Diciéndole chau a la soledad, y adiós al frío y a la desolación. Ellos crearon
su propia primavera en los días mas difíciles del año, ellos enfrentaron al
mundo con una sonrisa. Ellos dijeron cuando nadie más se animo a decir: yo creo
en el amor.
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