No tengo moral. Se manejarme perfectamente en situaciones
escandalosas. Supe mostrar mi mejor cara habiendo
hecho cosas cuestionables. Tengo la sonrisa fácil, demasiado en mi
opinión. ¿Cuál es el limite? Me lo
pregunte muchas veces. Y ahí esta el problema. El limite esta en mi control. Puedo soportar
cualquier circunstancia, mientras sea quien la domine. Nada puede salir
de mi control, porque la moral empieza a picar. Nada puede escapar
al modelo de mi mente, porque la culpa aparece, sin piedad. Siendo capaz de mentir con una sonrisa, de
manipular disimuladamente para poner cara de asombro cuando todo explote, mi limite es lo ajeno.
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