Bastó
un solo segundo para que todas las lágrimas que derrochaste en los últimos
meses se convirtiesen en una sonrisa tonta. Bastaron
sus palabras, un te quiero suyo, un cariño para
devolverte la ilusión. Bastaron un par de promesas para volver a tener
ganas, para tener un motivo. Y te bastó sentir que
lo perdías para saber que es lo que estabas buscando.
No hay comentarios:
Publicar un comentario