Es como si una ráfaga de aire hubiera
pasado y se hubiera llevado todo lo que había por delante de raíz. Ya no hay rastro de vos, desapareciste, me quedaron mil y un
recuerdos que hoy me empachan el alma, como me gustaría que se borren los malos, seguir como una tonta sin
saber de lo que paso en noviembre. Se me hace raro no llamarte cuando pasa algo importante, eras la
primera en enterarte. Ahora a acostumbrarse
a ser indiferente, con lo que me cuesta
tener orgullo. Me enseñaste el lado malo de la amistad, que a veces tengo que pensar si vale la pena confiar todo en
una y lo mas triste, que las personas pueden ser
muy débiles y traidoras solo por conseguir un poco de placer. Aunque te este dedicando unos
minutos de mi vida, no quiero que formes parte de ella. Y ahora con la lección bien
aprendida, me cuesta volver a confiar porque deje la piel y te llevaste hasta
lo que no era tuyo.


No hay comentarios:
Publicar un comentario