Olvidarlo no es una opción. "Necesitás
despejarte" me digo a mi misma, pero nunca me es suficiente. ¿Matarlo?, ¿y
cómo se mata un sentimiento?. Es parte de mí y no quiero hacerme daño. No me
hace mal, todo lo contrario, me saca una sonrisa cada vez que pienso en
ello y es mi impulso para crecer y ser feliz ante todo. Me hace feliz,
simplemente eso, pero no me corresponde, y si no me corresponde quiere decir
que no está bien... entonces, ¿por qué me hace feliz?, ¿y si está bien?. No sé,
no me quiero arriesgar, pero tengo que hacerlo, ya no puedo seguir pisando
siempre en el centro gris, esta vez nace de mí la necesidad de elegir.
¿Blanco o negro?
No hay comentarios:
Publicar un comentario