Sonaba esa canción, que para ambos dos era única y les recordaba momentos hermosos vividos juntos. 

- Y tú, ¿tienes miedo de que algo falle?

- No. Sólo le tengo miedo a una cosa.

- ¿A cuál?

- A perderte.

Todo terminó en un beso y un abrazo acompañados de un "Estoy muy seguro de que esto durará mucho". Hoy no suena esa canción, simplemente suena ese diálogo una y otra vez en su interior. Lo recuerda pero no entiende nada, a pesar de que ya se había hecho la ligera idea de todo lo que pasaría, ya lo conocía demasiado como para saber que ese “para siempre” era puro bla bla. Había decidido plantearse nuevos objetivos, ya no quería hacer esfuerzos para lograr entender algo. Sólo quería pasar página, olvidar las mentiras y las falsas promesas. Todo parece más fácil pensando que no lo ha vuelto a ver y que tardará mucho en hacerlo, pero incluso lo más sencillo tiene su complejidad.